De esos siete u ocho artistas del flamenco de todos los tiempos que hay que subrayar, sin duda Pepe Marchena (José Tejada Martín. Marchena, Sevilla 7-11-1903, Sevilla, 4-12-1976) representa la perfecta conjunción entre el conocimiento de los cantes más ortodoxos con la ejecución más brillante de los nuevos estilos flamencos (ida y vuelta, peteneras, farrucas, garrotines, etc). Un eclecticismo “glamouroso”, como él mismo reconoció en “Rito y Geografía del Cante”.
Apodado “la vieja” por su extraordinario conocimiento de los cantes desde muy temprano, Pepe Marchena o el “Niño de Marchena” fue idolatrado por unos y atacado por los sectores más gitanistas del flamenco, quienes consideraron siempre a Marchena un perfecto corruptor del flamenco puro.
Desde 1925 hizo célebres piezas como “La Rosa” o cierta variedad de fandangos. Se le considera creador del estilo de las Colombianas y fue, sin duda, una de las voces más privilegiadas de la Historia de este país, teniendo en cuenta sus registros y longevidad sobre los escenarios.
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